Antes de dar cualquier instrucción, me pregunto: ¿la instrucción en necesaria?. SI la respuesta a esta pregunta en NO, no la doy. SI la respuesta es SI, reviso que yo pueda garantizar su cumplimiento (Planear de antemano lo que haremos si el niño no cumple, de manera que lo que le digamos se haga).
Debemos garantizar la atención (Reducción de distractores, contacto visual y bajarnos a su nivel) y la orden debe ser: CORTA, CLARA, AFIRMATIVA, FIRME Y DIRECTA (No presentar la instrucción como una pregunta o una súplica, no gritar y SIEMPRE ser explícito en lo que se espera del niño, instrucciones en términos positivos y una orden a la vez). Por ejemplo: vamos a comer, vamos a dormir, vamos a guardar.
Es fundamental que ayudamos a dar cumplimiento a la orden, para que como buenos detectives de conductas positivas podamos elogiar posterior al cumplimiento y esta conducta tienda a repetirse.
Cuando el niño cumple la orden o instrucción, sin dilatar su respuesta, dar lo que le prometimos inmediatamente. Por ejemplo, “después de recoger los bloques, sacamos los animales”. Al terminar de recoger el último bloque (con ayuda nuestra para garantizar cumplimiento), inmediatamente sacamos los animales.
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