La mejor manera de prevenir el comportamiento negativo es reforzando el positivo, ya que las conductas reforzadas tienden a repetirse. Mientras más tiempo compartimos juntos, se hace más necesario identificar las fortalezas de los miembros de la familia, que no habíamos podido sacar a la luz.
Si elogiamos las conductas positivas de los niños durante esta cuarentena, les estamos mostrando “por donde va el agua al molino” y ellos empiezan a comprender, que conductas llaman nuestra atención y como esto favorece las vivencias que tenemos como familia. Es algo así como convertirnos en los detectives de conductas positivas, estando atentos a cuando los niños se comporten como les anticipamos y reforzando dicho comportamiento.
Antes o durante el momento que se presenten conductas inadecuadas, es muy efectivo redirigir, por ejemplo: al ver que tiene una crayola en la mano, sin una hoja cerca. Lo redirigimos, dándole una hoja en la que pueda pintar, garantizamos que pinte ahí y elogiamos que está pintando en el lugar indicado.
Deja una respuesta